Contar con una estrategia de comunicación correctamente diseñada es, sin duda, un eje fundamental para cualquier entidad corporativa, también para aquellas de carácter público o institucional. La comunicación en este ámbito debe ser especialmente clara y coherente y, además, estar alineada con las necesidades y expectativas de la sociedad, sólo así se transmitirá la transparencia y la confianza que se les presupone.
Una estrategia de comunicación institucional eficaz permite a las entidades gubernamentales, organismos públicos y otras instituciones gestionar su imagen, transmitir sus valores y responder con eficacia ante cualquier situación de crisis o cambio. A diferencia de las empresas privadas, las instituciones deben tener en cuenta factores como el interés público, la rendición de cuentas y la regulación normativa, lo que hace que la comunicación sea un elemento clave para conseguir una buena gestión.
Por ello, es importante desarrollar una estrategia que incorpore las herramientas tácticas de comunicación más oportunas en cada caso. Esto les permitirá difundir la información e impactar en la sociedad. Los medios de comunicación son, en este caso, un canal imprescindible de comunicación ya que los periodistas son uno de los prescriptores con mayor credibilidad para la población. Su experiencia y conocimiento sectorial, les permite transmitir los mensajes clave de manera profesional bajo un paraguas de conocimiento y rigurosidad informativa.
Claves para una comunicación institucional efectiva
Para conseguir implementar una correcta comunicación institucional, en InfluenceSuite siempre recomendamos contar con los servicios de una agencia de comunicación con experiencia en este campo. Sabemos cómo crear esa estrategia de forma ad-hoc en función de cada entidad que la solicite e integrar las herramientas más efectivas. Dicho esto, nuestra recomendación a la hora de crear esa estrategia para, sin excepción, por incorporar los siguientes pasos:
- Definir objetivos claros: antes de lanzar cualquier acción comunicativa, se debe determinar qué se quiere lograr. ¿Maximizar la notoriedad entre la sociedad?, ¿Informar sobre cambios en políticas concretas?, ¿Fortalecer la relación con los ciudadanos?, ¿Reforzar la reputación? Cualquiera de las preguntas planteadas podrían ser objetivos concretos para este tipo de entidades.
- Identificar el público objetivo: conocer a la audiencia es esencial para adaptar el mensaje. Sólo así se podrán seleccionar los canales más oportunos que impacten directamente en los stakeholders deseados. En el caso de las instituciones, estas pueden ser desde la ciudadanía en general hasta sectores específicos como organismos internacionales, medios de comunicación o entes gubernamentales.
- Elegir los tipos de campañas de comunicación adecuados: dependiendo del contexto, pueden emplearse estrategias de relaciones públicas, campañas de información pública, comunicación de crisis o difusión de políticas públicas.
- Gestionar la relación con los medios: la elaboración de comunicados de prensa efectivos y la organización de ruedas de prensa adaptadas en forma y fondo a la situación actual de las redacciones, ayudan a maximizar las posibilidades de conseguir cobertura mediática y una mejor interpretación de los mensajes transmitidos. Además, resulta una táctica que permite estrechar las relaciones con los periodistas de forma presencial, dándoles la oportunidad de interactuar de forma bilateral, consiguiendo así dotar de la transparencia y cercanía a la entidad en cuestión.
- Monitorización y evaluación: una comunicación institucional eficaz requiere, además, de un seguimiento de impacto constante. Poder medir el impacto de forma cuantitativa pero, sobre todo cualitativa, es la mejor forma de analizar los resultados obtenidos y, en su caso, ajustar la estrategia en el caso de que fuera necesario.
La comunicación institucional no solo busca informar, también generar confianza, fortalecer su legitimidad y fomentar la participación ciudadana. Una estrategia bien estructurada permite a las instituciones mantenerse alineadas con sus objetivos y asegurar una relación eficaz con su entorno. La planificación adecuada de mensajes, junto con la selección de los tipos de campañas de comunicación más idóneos, es fundamental para garantizar una comunicación bien recibida por la sociedad.