Aunque esta tendencia parezca novedosa, es antiguo utilizar este tipo de contenido shoppeable en canales como la televisión, donde podías comprar cualquier producto o servicio a través de una llamada telefónica. Lo que ha cambiado es el canal por el que se transmite y la preferencia de compra online de los consumidores.
En esta transición digital, las marcas cada vez se integran más al mundo virtual para promocionar sus productos o servicios, aprovechando al máximo las herramientas para mejorar la imagen empresarial e incrementar las ventas a través de sitios webs y redes sociales. Pero, ¿qué supone que en los anuncios se pueda comprar? Instagram ya los implementó hace tiempo a través de la opción de ‘shop’ en su página principal, una función de la plataforma para que los negocios digitales puedan vender sus productos.
A priori, que las redes sociales tengan disponibles los shoppables ads trae ventajas para el consumidor como ahorrar tiempo hasta llegar al proceso de compra o a los anunciantes haciendo que su publicidad sea más efectiva. No obstante, ¿tiene los mismos beneficios en los medios de comunicación?
Los medios se reinventan. Un ejemplo es la revista femenina ELLE que ha apostado por lo ‘Shoppable’ y permite comprar las piezas favoritas de la temporada a través de su Fashion Book Otoño/Invierno 2021-22. Las páginas de esta guía de tendencias disponen de un código QR que, tras leerlo con el teléfono móvil, redireccionarán al usuario a las páginas web en las que pueden adquirir prendas y accesorios específicos
Que los medios de comunicación, quienes deben velar por los intereses de los lectores, incluyan esta tendencia de marketing puede crear desconfianza por parte de los lectores. Ya que una recomendación de un producto o servicio se puede transformar en un gancho para que los consumidores compren, creando así, un monopolio de las mismas marcas que pueden costearse estar en las grandes cabeceras nacionales y especializadas. El debate está abierto.