En un periodo muy corto la tecnología ha propiciado una serie de herramientas que, a golpe de popularidad, han generado una serie de tendencias que lejos de ser pasajeras, han venido para quedarse. Pero el formato no puede dejar de lado lo importante: el contenido de valor, la historia que emociona, la información que realmente interesa. El contenido del futuro, omnicanal y multiformato, lo elaborarán de la mano periodistas, diseñadores, expertos en SEO y en formatos audiovisuales y especialistas en redes sociales.
Aquí repasamos algunas de estas tendencias que ya estamos viendo en 2018 y que seguiremos viendo en 2019:
Se ha utilizado desde sus inicios como una estrategia comunicativa muy eficaz. Se ha demostrado que un contenido audiovisual se comparte un 40% más que otros. El vídeo ha evolucionado y ha engendrado nuevas formas de comunicar, más directas y eficaces.
El canal importa. Instagram es útil para videos que no sobrepasen 1 minuto y Facebook para difundir vídeos de una longitud mayor (videotutoriales, eventos, casos de estudio, el “día a día” de la empresa a través de Facebook live…) Otro dato relevante, la mayoría de usuarios interactúa diez veces más con un vídeo en directo que con un vídeo pregrabado por lo que se verá más live streaming.
La colaboración con influencers sigue ganando fuerza, pero ha dejado de buscarse al macro-influencer con millones de seguidores. No se trata de elegir a quienes tienen más seguidores. Prima más la calidad que la cantidad. Por ello hay que analizar muy bien los objetivos, estrategia y target a la hora de seleccionarlos. No sólo tienen que tener un público objetivo coincidente con el de la marca y al que pueda llegar a atraerle nuestros mensajes, sino que también deben coincidir con sus valores y estilo.
Un estudio de la comunidad que rodea el negocio es imprescindible para elegir al influencer ideal que impulse nuestra marca.
La palabra escrita ya no es el único pilar que sostiene a la comunicación, las empresas más innovadores explotan todos los canales posibles para mostrar su marca. Esto se traduce en comunicar con creatividad y, sobre todo con contenido que interese, entendiendo que el cerebro humano puede procesar la información de forma más eficiente, a golpe visual: con color, infografías, pósters…
Instagram stories, también es un tool que está pisando fuerte. Este conglomerado de vídeo, imágenes, emoticonos, texto y encuestas, ha calado hondo en los usuarios, y las marcas, como no podía ser de otra forma, están empezando a mostrarse a través de esta aplicación.
Facebook es la red social mayoritaria de dos mil millones de usuarios activos al mes, pero su discurso puede encajar menos con las nuevas generaciones de usuarios. Instagram y Snapchat satisfacen la necesidad apremiante de los más jóvenes por captar el mundo a través de imágenes, micromomentos (ambas plataformas son muy populares por sus stories) y emojis.
En los últimos años la sociedad ha empezado a valorar la importancia de los datos para poder segmentar las comunicaciones basándose en los intereses y comportamientos y no en las variables tradicionales como el sexo, la edad o la clase socioeconómica.
A día de hoy la personalización del mensaje es fundamental para que una firma pueda alcanzar sus objetivos y para ello, hay que definir una estrategia que priorice este análisis de datos y, a partir de ellos, crear un plan de comunicación dirigido a nuestro mercado.
La llegada de internet y el auge de las redes sociales han provocado que los consumidores demanden información eficaz 24/7. La revolución digital ha llegado y está protagonizada por los Chatbots.
De hecho, según las previsiones, en 2021, más del 50% de las empresas gastarán más en la creación de bots y chatbots que en el desarrollo de aplicaciones móviles tradicionales.